Hadiza y Amina son dos adolescentes de la región de Maradi (Níger). Sus vidas dan un vuelco cuando deciden ser “insumisas” a un medio familiar hostil que les quiere casar forzadamente. Tras su huída encuentran parientes que les ofrecen techo y refugio.
Sus valientes testimonios son de vital importancia en Níger, un país con gran crecimiento demográfico y elevadas tasas de mortalidad materna. Y donde los matrimonios forzados a menores siguen siendo práctica habitual, sobre todo en el medio rural.